jueves, 1 de julio de 2010

Desvarío onírico

Hace tiempo tuve un sueño llamativo y se me dio por escribirlo para que no desaparezca. Era una idea interesante y, en virtud de verdad, no sé si será buena idea para mi estado social de persona "normal" (No) poner esto acá, pero me entraron ganas de publicarlo

Me encuentro en una vieja casa, con varios compañeros que somos víctimas de algún tipo de secuestro de una banda mafiosa. Dentro de éste secuestro, nosotros intentamos en la propia casa de estos maleantes, formar un grupo de narcotráfico usando un gato negro como jefe, que es secretamente manejado por mí, escondido detrás de un viejo armario cual si estuviera en el más profundo de los sueños.
Las cosas marchan mal y eventualmente el grupo mafioso descubre nuestra treta, entrando a grandes trancos y matando a todos mis compañeros ante los ojos de gato-yo. Finalmente, cual si superan por adelantado nuestro plan, descubren al gato-jefe y a mí, su indefenso, inconsciente titiritero. No hay dolor en la muerte que me llega, y pronto me veo transportado a un nuevo mundo.
En éste nuevo mundo soy un espíritu, pero no uno cualquiera. No puedo pasar a través de las paredes y pronto descubro que me manejo con las mismas leyes, percepciones y corporeidad que cuando vivía, con la excepción de que me encuentro ahora mismo compartiendo una existencia paralela a quienes habitan el mundo de los vivos, junto con todos los demás espíritus. Los espíritus son libres, una vez que ya han muerto sienten que pueden divertirse y hacer lo que quieran. En el mundo de la muerte no existen parejas y todos están con quien sea, ya que nada importa y no hay apuro pues nadie envejecerá, ni tendrá necesidad alguna, sólo existir con las percepciones humanas sin sus complementarias necesidades. Existe un detalle que logra llamar poderosamente mi atención.
La gente tiene sus nombres flotando con letras blancas en sus cabezas, nombres que puede elegir a voluntad y cambiar utilizando el “dinero” del mundo de la muerte. Pero cuando un hombre y una mujer se besan, como he visto en la calle, la mujer tiene la posibilidad de “robarle” letras del nombre al hombre (A menos que estos “activen” los paréntesis de sus nombres). Las mujeres entonces al mantener relaciones con los hombres actúan como las administradoras, mezcladoras y reorganizadoras de letras. Todos somos capaces de lograr ciertas proezas que no hacíamos en vida de acuerdo a nuestra fuerza de voluntad, como saltar grandes distancias, volar por breves períodos de tiempo, pero no, no podemos atravesar las paredes. Lo más importante: al parecer podemos afectar el mundo de los vivos.
Esta fue la parte que más me interesó, ya que podíamos ir al mundo de los vivos, y a pura voluntad, hacernos corpóreos para todos, pero sólo visibles para quienes deseáramos. Esto pondría las cosas muy divertidas e interesantes, de no haber sino porque, naturalmente, todos los vivos conocían la existencia de los espíritus y su posible interacción con ellos.
Si decías algo demasiado comprometedor para la conciencia, destino o realidad de los vivos, ésta persona lo olvidaba inmediatamente, y uno veía como su cuerpo volvía al plano espiritual mientras parecía aparecer y desaparecer de la existencia por un breve período de tiempo.

1 comentario:

Ale Quinn dijo...

Hola. Sacando la idea de un gato líder; me interesó mucho la parte de la muerte.
Es mucho más interesante que la muerte que nos enseñan de chicos. Estaría bueno jugar con el nombre de las persona. O mas interesante aún, ELEGIR TU PROPIO NOMBRE.
Que te identifica mas que el que te eligieron tus padres (O vaya a saber quien) es realmente hermosa la idea de mezclar las letras y hacer lo que quieras con el nombre.
Me faltó algo, no dijiste cómo el "el uso" del "dinero" del mundo de la muerte.
Es una idea genial!!!
(Y a decir verdad, siento un poco de envidia, y admiración por tu imaginación)
Seguí soñando así. Créeme. Ser "normal" no está taaaan bueno.