Bueno, esta vez no pasó un año al menos

Lo positivo es, que esta vez acordarme que tenía un blog y boludear por el mundo blogger no me tomó un año. Para no perder la costumbre de escribir, voy a improvisar algo por el solo acto de hacerlo.

Miró a su alrededor. Por mucho que forzara su mente de casi cincuenta años, el ambiente no cambiaría. No dejaría de ser aquel antro lleno de “gandules” (Una expresión de la gente culta que quería decir vagos, aunque no recordaba dónde la había escuchado). Ricardo Fareppini se puso de pié y las miradas de los hombres con quienes compartía la mesa se posaron sobre él.
-¿Qué miran? No estoy ni medio ebrio todavía. –Sentenció.
Pablo y Guillermo dejaron escapar apenas un par de risas con una dosis de amistosa ironía.
-Pará Ricardito, obvio que no vas a estar ebrio si te das con cerveza, así cualquiera. –Pareció decir el casi acusador dedo de Guillermo al señalar un vaso vacío.
-No seas hijo de puta, sabés que no puedo gastar en cosas más caras. ¿Te tengo que repetir cómo están las cosas en casa?
-Dale dale, no empecemos otra vez –Se metió Pablo –Guille, no le saques el tema que está desinhibido y no la terminamos más. No te lo tomes a mal negro, te estamos jodiendo un poco nomás.
-Hay jodas y jodas.
-Dale no seas así ¿Si no te vas a reír un poco de las desgracias que a vos y a todos nos pasan, para qué venís acá? Aparte, como están las cosas en el mundo, tres boludos como nosotros quejándose de los problemas que tienen…Nos debería dar vergüenza.
Ricardo sintió un súbito interés por el tema de conversación que mostraba su hilacha, tan sólo debía tirar de ella un poco y podría tener una conversación que sirva de algo.
Dijo, decidido a encender la flama del debate:
-¿Vos decís? Cada uno es un mundo y tiene sus propios problemas hermano. Las cosas se miden con uno mismo, sino te tenés que pegar un tiro por todos los pendejos que se mueren todos los días.
-Tampoco la pavada, siempre te vas al extremo. Pero digo, hay peores cosas que no tener unos mangos para tomar, sufrir algunos problemas de laburo o de señora.

Guillermo, quien había estado callado hasta entonces, apoyó los codos sobre la redonda y precaria mesa de madera, que emitió un crujido apenas audible ante el acoso de la música del bar. Con una mirada que sólo podría describirse como predadora, atacó.
-¿Vamos a volver a tocar el tema de la decadencia del mundo otra vez? Ya sabemos a dónde lleva esto y lo que opino sobre el tema. Si quieren discutirlo van a tener que bancarlo.
Los tres hombres se miraron de tal forma que parecía que estaban intercambiando fuertes pensamientos, e incluso un hábil observador hubiera jurado que estaban a punto de agarrarse a trompadas.
No fue así, al menos de la forma que la gente entiende agarrarse a trompadas.
-Sí, no me molesta pelearme con tu simplismo chato busca roña, si total las únicas soluciones que se te ocurren a lo que digo son siempre extremistas –Dijo Ricardo, quien aún seguía de pié y a nadie parecía importarle. Percatóse de esto al sentirse de algún modo superior a sus interlocutores, y decidió que era hora de volver a sentarse.
-¡Otra vez! Siempre la misma, militó en ese partido con los marxistas o lo que sean, y se la da de intelectual. Por eso no me gusta discutir con vos Ricardo, te crees que las sabés todas con tu idealismo pedorro.
Ricardo no supo como contestar sin agresión por la cantidad de idioteces juntas que percibía. Decidió finalmente contestar en joda.
-Callate facho y andá a unirte al conformismo que el tren va a salir sin vos –Contestó con una sonrisa mientras volvía a acomodarse en la silla.
-¿Qué conformismo? ¿Me vas a decir que el mundo no estaría mejor con unos cuántos cráneos llenos de plomo adentro?
Pablo suspiró e inclinó la cabeza hacia abajo, diciendo casi para sí:
-Ahí vamos otra vez.
-¿Dijiste algo? –Interrogó Ricardo.
-Nada –Fue la simple respuesta
-Seguro se lamenta por la sarta de huevadas que vas a decir ahora. Madurá un poco Ricardo, tenés cincuenta años como para andar soñando –Seguía sin piedad Guillermo.
-Dejalo dar su discurso, sino no va a poder dormir hoy.